Este libro, que cuenta con el prólogo de Raúl Porras Barrenechea, se yergue en la obra de Riva-Agüero, como su libro más profundo y representativo, de más alta calidad artística y de más trascendencia creadora en la cultura peruana. En este libro están las supremas lecciones del paisaje y de la historia. Riva-Agüero extrae del paisaje peruano de la sierra una impresión melancólica que arranca de la tristeza de sus páramos y de la miseria de su vida y de la extinta grandeza de su pasado. “País triste y luminoso”, “tierra callada y luciente”, “país pródigo en escombros”, “país de las vicisitudes trágicas”, dice Riva-Agüero del Perú en fórmulas graves y enternecidas, pero hallando siempre un asidero para su esperanza. Fuente: Libros Peruanos.